Prácticas empresariales sostenibles y responsabilidad social Thermatras® defiende firmemente la responsabilidad social y la concienciación en el uso de la energía en el sector empresarial. Las prácticas empresariales sostenibles deben ser algo más que una mera frase de marketing, deben aplicarse en la práctica empresarial en el sentido más amplio posible. Las operaciones empresariales sensibles con el medio ambiente ofrecen un marco concreto para la práctica empresarial responsable a largo plazo, a la vez que contribuyen a aumentar la concienciación sobre el medio ambiente con los socios empresariales a corto plazo.

El cambio climático se debe a un aumento de la temperatura media de la tierra que, a su vez, está provocado por un aumento en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Las condiciones climáticas y el aumento del nivel del mar afecta tanto a seres humanos como a animales. La temperatura media de la superficie de la tierra aumentó 0,6 ºC durante el siglo XX. Quizá no parezca demasiado, pero las consecuencias son evidentes. Tres años de los más recientes (1997, 1998 y 2003) han sido los más cálidos registrados desde 1860 y, probablemente, también de los últimos 1000 años. El nivel del mar ha subido entre diez y doce centímetros. En las zonas del Ecuador se ha visto un aumento de las precipitaciones. Estos cambios se deben, en gran medida, a la acción del hombre; las temperaturas seguirán creciendo.

Los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4), son cruciales para la vida en la tierra. Sin esta combinación de gases en la atmósfera, la temperatura alcanzaría una media de -18 °C. La temperatura media actual del planeta se sitúa alrededor de 12 °C; pero las concentraciones de gases de efecto invernadero (especialmente el CO2) han aumentado en un 30% desde la revolución industrial, hace doscientos años. La aceleración del efecto invernadero, consecuencia de todo esto, es la causa del cambio climático, que resulta perjudicial para la vida en la Tierra.

Si desea ayudar a prevenir el cambio climático, la manera más eficaz es el ahorro de energía. Ser consciente de ello en el uso de la electricidad, los combustibles y el gas reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, lo cual ayuda directamente a resolver los problemas del cambio climático global.

Acuerdos a largo plazo sobre eficiencia energética / Pacto de referencia sobre eficiencia energética Tras las crisis energéticas de 1973 y 1979, los gobiernos de los países industrializados pusieron en marcha varios programas destinados a la reducción del consumo de energía. Los usuarios de la energía introdujeron desde entonces importantes mejoras para la eficiencia energética.

Este asunto recibió un nuevo ímpetu como consecuencia de los efectos del cambio climático. El uso de la energía está vinculado a los combustibles que, a menudo, contienen dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero. Como respuesta a la creciente preocupación por el calentamiento global, Naciones Unidas firmó en 1992 un “Convenio marco sobre el cambio climático” que ratificaron 186 países. Las partes del mismo lo siguieron desarrollando, siendo su aspecto más conocido la Conferencia de Kyoto de 1997. En el Protocolo de Kyoto se establecieron unos compromisos cuantitativos para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. En 1998 se distribuyeron los objetivos de la UE entre sus países miembros.

Los gobiernos utilizan varios medios para llegar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además de los impuestos sobre las fuentes de energía y otras medidas legales, en los Países Bajos también se cuenta con los acuerdos a largo plazo sobre eficiencia energética (LTA) y en Bélgica con el Pacto de referencia sobre eficiencia energética. Cada estado miembro tiene unos instrumentos similares que incluyen acuerdos entre el gobierno y las empresas e instituciones sobre el uso más efectivo y eficaz de la energía. Esto no se hace de una manera voluntaria, son compromisos que se deben cumplir y los participantes están obligados, en último término, a asumir medidas de ahorro de energía.

El sistema de coste-beneficio que emplea Thermatras® deja claro dónde se pueden encontrar opciones de ahorro de energía.